Introducción Practicar deporte es sinónimo de salud, energía y bienestar. Sin embargo, muchas personas experimentan dolor muscular frecuente y niveles elevados de estrés, incluso cuando hacen ejercicio de forma regular. En este artículo exploraremos la relación entre...
medio maratón teotihuacan 10 de marzo 2019
Introducción
Practicar deporte es sinónimo de salud, energía y bienestar. Sin embargo, muchas personas experimentan dolor muscular frecuente y niveles elevados de estrés, incluso cuando hacen ejercicio de forma regular. En este artículo exploraremos la relación entre el dolor muscular y el estrés en el contexto deportivo, y te daremos herramientas para prevenir y aliviar estos síntomas.

¿Por qué sentimos dolor muscular al hacer deporte?
El dolor muscular es una respuesta natural del cuerpo al esfuerzo físico. Puede clasificarse en:
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Dolor muscular agudo, que ocurre durante o inmediatamente después del ejercicio intenso.
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Dolor muscular de aparición tardía (DOMS), que aparece entre 24 y 72 horas tras el ejercicio, especialmente cuando se ha exigido al cuerpo con nuevos movimientos o mayor intensidad.
Este dolor no solo se debe al esfuerzo, sino también a la micro lesión de las fibras musculares, lo cual es parte del proceso natural de adaptación y fortalecimiento del músculo.

El estrés: un enemigo silencioso en el rendimiento deportivo
El estrés, ya sea físico o emocional, tiene un impacto directo en el sistema muscular. Cuando estamos estresados, el cuerpo libera cortisol, una hormona que, en exceso, puede:
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Interferir en la reparación muscular
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Aumentar la sensibilidad al dolor
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Alterar el sueño y la recuperación
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Disminuir el rendimiento físico y mental
Además, el estrés genera tensión muscular, especialmente en zonas como cuello, espalda y hombros, provocando rigidez, contracturas y molestias crónicas.
El círculo vicioso: más estrés, más dolor Un deportista que entrena bajo altos niveles de estrés puede caer en un círculo vicioso: se lesiona con facilidad, se recupera con más lentitud y su motivación disminuye. Esto, a su vez, genera más estrés, ansiedad y tensión.

Cómo romper el ciclo: soluciones práctica
- Masaje terapéutico o deportivo Ideal para aliviar tensiones, reducir inflamación y favorecer la recuperación muscular. Sesiones regulares ayudan a prevenir lesiones y liberar el estrés acumulado en el cuerpo.
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Técnicas de respiración y meditación Incorporar ejercicios de respiración consciente y meditación guiada puede reducir significativamente los niveles de cortisol.

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Descanso y sueño reparador Dormir entre 7 y 9 horas al día permite al cuerpo regenerarse y mantener el equilibrio hormonal.
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Nutrición equilibrada Una dieta rica en antioxidantes, proteínas y minerales favorece la regeneración muscular y el equilibrio emocional.
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Terapias integrativas Prácticas como el yoga, la reflexología o el masaje ayurveda no solo trabajan el cuerpo, sino también la mente y las emociones

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